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PUERTO DEL NORTE: LA NUEVA PUERTA MARÍTIMA DEL NORESTE MEXICANO

El Puerto del Norte, inaugurado en agosto de 2025 en Matamoros, Tamaulipas, es la primera terminal marítima nueva que México abre en 25 años.

Un nodo estratégico en la frontera del Golfo

El Puerto del Norte, inaugurado en agosto de 2025 en Matamoros, Tamaulipas, es la primera terminal marítima nueva que México abre en 25 años. Ubicado frente a Brownsville, Texas, se perfila como un nodo binacional que conecta la industria del noreste con el comercio internacional. Con una inversión inicial superior a 5,600 millones de pesos, este proyecto busca reducir tiempos y costos logísticos para estados como Nuevo León, Coahuila y San Luis Potosí, que durante décadas dependieron de puertos lejanos.

Concebido hace más de dos décadas como enclave petrolero para Pemex, el proyecto permaneció inactivo durante 24 años. Hoy, bajo un esquema público-privado con la concesión a Mota-Engil México, la terminal inicia operaciones como puerto de usos múltiples, con respaldo federal y estatal. La visión es que Matamoros deje de ser percibido solo como frontera terrestre y se consolide como polo logístico del Golfo de México, capaz de equilibrar el desarrollo entre el norte y el sur del estado.

Infraestructura: un puerto joven con ambición de gigante

La terminal ocupa 60 hectáreas operativas dentro de un polígono de más de 320 hectáreas destinadas a su desarrollo. Su canal de navegación de 3.8 kilómetros permite el ingreso de embarcaciones de hasta 150 metros, con planes de alcanzar profundidades de -12 metros para recibir buques Panamax de 240 metros. Las obras incluyen rompeolas, dársenas y un muelle inicial de 138 metros, elementos que marcan apenas el inicio de una infraestructura diseñada para crecer en fases.

Actualmente, el puerto maneja cargas Ro-Ro (Roll on–Roll off, es decir, vehículos que se embarcan y desembarcan rodando) y graneles, con patios de almacenamiento, básculas y vialidades internas. Se prevé que en dos años pueda movilizar contenedores y granel agrícola de manera regular, y en el mediano plazo ampliar muelles hasta un kilómetro lineal, habilitar terminales especializadas y conectar con la red ferroviaria Matamoros–Brownsville. El objetivo es que la capacidad supere el millón de TEU anuales y consolidar a Matamoros como hub logístico integral.

La promesa logística: reducir tiempos, costos y riesgos

El principal atractivo del Puerto del Norte es la reducción de tiempos y costos. Para Monterrey, el traslado terrestre a Matamoros implica 5 a 6 horas, frente a las 10 horas que toma llegar a Altamira. Esta diferencia puede recortar hasta un 30% en costos logísticos, según estimaciones del gobierno estatal, al tiempo que disminuye riesgos en carretera y emisiones de transporte, aportando ventajas en competitividad y sostenibilidad.

Además, ofrece diversificación de rutas. Actualmente, gran parte de las exportaciones pasan por puertos saturados o cruces fronterizos congestionados. Con Matamoros, las empresas podrán enviar cargas por mar hacia Texas, evitando demoras en puentes internacionales y fortaleciendo la resiliencia de las cadenas de suministro. La conectividad internacional también mejora, con acceso a rutas hacia Europa, Sudamérica y Asia a través del Atlántico.

Industrias en la primera fila de beneficios

El Puerto del Norte impacta de manera directa a sectores clave que dependen de exportaciones e importaciones:

- Automotriz: exportación de vehículos y autopartes, con instalaciones Ro-Ro y ahorro de costos frente a Veracruz.

- Energético: primer puerto mexicano diseñado para apoyar operaciones offshore, sirviendo de base logística para el Cinturón Plegado de Perdido.

- Maquiladora y electrónica: nuevas rutas marítimas para exportar productos de alto valor a otros continentes.

- Agroindustria: exportación de granos y productos refrigerados con menor tiempo de tránsito.

- Siderúrgico y metal-mecánico: salida cercana para acero, maquinaria y carga de proyectos.

Este abanico refleja la intención de la terminal de ser multipropósito y atender tanto a sectores tradicionales como a emergentes, vinculados al fenómeno del nearshoring.

Puertos vecinos: entre competencia y colaboración

Frente a Altamira, situado a 500 km de Monterrey, Matamoros ofrece una ventaja geográfica al estar tres veces más cerca. Sin embargo, Altamira mantiene mayor capacidad instalada y profundidad de canal, lo que lo seguirá posicionando como líder en contenedores a corto plazo. Veracruz, con más de tres millones de TEU proyectados, seguirá siendo el gigante del Golfo, aunque enfrenta problemas de congestión urbana que limitan su crecimiento.

Por su parte, Brownsville en Texas maneja principalmente graneles, pero se complementa con Matamoros al formar un eje binacional. Ambas terminales ofrecen a las empresas la posibilidad de diversificar rutas y fortalecer cadenas de suministro transfronterizas bajo el marco del T-MEC. En conjunto, Puerto del Norte se inserta en un ecosistema regional donde la competencia impulsa mejoras, pero la colaboración puede generar sinergias binacionales.

Obstáculos en el camino: seguridad, inversión y confianza

La infraestructura aún es incipiente y requiere inversión adicional en muelles, grúas y dragado para competir con puertos establecidos. Sin carga contenerizada regular, será difícil atraer grandes navieras en el corto plazo, lo que podría limitar su desarrollo inicial. El reto inmediato es asegurar volumen constante de carga que permita sostener la operación y enviar señales de confianza al mercado.

La seguridad en Matamoros sigue siendo un factor crítico. La región ha enfrentado problemas de violencia organizada, lo que genera incertidumbre entre inversionistas y transportistas. Aunque el puerto cuenta con presencia de fuerzas federales, la percepción de riesgo puede obstaculizar la atracción de usuarios. Para consolidarse, será indispensable ofrecer certidumbre regulatoria, estabilidad jurídica y un entorno seguro que fortalezca la confianza en este nuevo nodo logístico.

Más allá del comercio: impacto social y ambiental

El Puerto del Norte ya genera empleos directos e indirectos, priorizando mano de obra local y programas de formación en logística y operación portuaria. En coordinación con la Universidad Autónoma de Tamaulipas, se han abierto programas de capacitación para jóvenes, buscando arraigar el beneficio en la comunidad y reducir la migración en busca de oportunidades laborales.

Más de 4,000 MDP provinieron del sector público para infraestructura inicial, mientras que Mota-Engil comprometió más de 4,000 MDP adicionales en fases siguientes. El aspecto ambiental ha sido atendido mediante manifestaciones de impacto aprobadas, la designación de áreas naturales protegidas y la instalación de paneles solares para abastecimiento eléctrico. Sin embargo, el aumento del tráfico marítimo y los riesgos de derrames requerirán supervisión constante para garantizar sostenibilidad.

Una apuesta al futuro del noreste

El Puerto del Norte de Matamoros se perfila como una pieza estratégica para la logística mexicana. Su ubicación privilegiada, su potencial de reducción de costos y su capacidad para diversificar rutas lo convierten en un activo clave en la era del nearshoring. A la par, representa una oportunidad para detonar el desarrollo económico y social de Tamaulipas, una región que busca redefinir su imagen a través de infraestructura moderna y competitiva.

Su éxito dependerá de la capacidad de atraer cargas y navieras, completar la infraestructura planeada y garantizar un entorno seguro y confiable. Si logra superar esos retos, Matamoros dejará de ser solo una frontera terrestre para convertirse en una verdadera puerta al mundo para el noreste de México. El reto ahora es sostener el impulso y consolidar al Puerto del Norte como referente logístico para México y Norteamérica en las próximas décadas.